Artex desarrolló un proyecto clásico y formal para un empresario que ama la comodidad, la estética y la funcionalidad.
El cliente de este espacio Artex marca una línea divisoria muy clara entre trabajo y placer; por tanto, cada una de estas actividades tiene un área específica dentro de su hogar.
Con base en esta premisa, los diseñadores trabajaron en el desarrollo de las áreas de descanso –sala, comedor y recámara– y la creación de un concepto especial para su estudio.
La estética que atraviesa todo el proyecto es clásica y formal, conforme a la personalidad y los placeres del cliente, un empresario tapatío que ha sabido abrirse paso en los negocios con orden y perseverancia.